viernes, 6 de junio de 2008

DÍAS DE FLORES Y RABIA

Bartolomeo Vanzetti (11 de junio, 1888 – 23 de agosto, 1927), junto a Nicola Sacco fue ejecutado por unos delitos que no cometieron. Corrían tiempos convulsos (como todos) y se comenzaron a aplicar desde el Estado políticas de terror para "limpiar las calles de inmigrantes radicales, anarquistas y comunistas", que se oponían al gobierno y que se mostraban activos en los combates sindicales y en las huelgas de aquella época.
Cuatro meses antes , Vanzetti escribió: "Si no hubiera sido por ésto, pude haber vivido mi vida entera hablando en esquinas frente a hombres que me despreciaban. Pude haber muerto sin que nadie supiera de mí, como un desconocido, un fracasado. Ahora no somos un fracaso. Esta es nuestra carrera y nuestro triunfo. Nunca en toda nuestra vida podríamos haber esperado emprender tal lucha por la tolerancia, por la justicia, por el entendimiento del hombre por el hombre, como lo hemos hecho ahora por accidente... La pérdida de nuestras vidas, las vidas de un buen zapatero y un pobre vendedor de pescado, todo. Ese último momento nos pertenece, esa agonía es nuestro triunfo".

1 comentario:

Anónimo dijo...

En Estados Unidos, hicieron el paripé de exonerarlos y pedir perdón.Era un acto de cosmética y de cara a la galeria. Pero al menos se reconoció "el error".Aquí en España, ni eso. Por buscar un ejemplo parecido, Granado y Delgado fueron otros anarquistas inocentes y víctimas del crimen legal. Pasaron por el garrote vil en 1963 cuando el Sr Fraga Iribarne era ministro de Información. Y bien que justificó ese crimen por la radio.No es aceptable que no se reconozcan oficialmente todos los execrables crímenes franquistas. El señor Fraga no debería seguir mirando a otro lado y paseando tranquilamente sin rendir cuentas de su pasado de apoyo a los crímenes de la dictadura. Este hecho forma parte de la hipocresía y la doble moral del Estado de Derecho.