viernes, 30 de octubre de 2009

La Muerte como producto financiero

¿Quién dijo que el capitalismo financiero había muerto con la recesión? No sólo no ha muerto, sino que es capaz de utilizar la muerte como la principal garantía de un novedoso y controvertido producto de inversión que ya estudian las principales firmas de Wall Street. Técnicamente se llama Life Settlement Securitizations o titulización de seguros de vida, aunque en el mercado se conocen como los bonos de la muerte. Deben ese macabro nombre a que su rentabilidad depende de que la esperanza de vida del propietario de la póliza sea corta. Así, como suena: cuanto antes muera el asegurado, mayor es la rentabilidad del bono.
Su funcionamiento es relativamente sencillo. El titular de un seguro de vida que pasa por apuros económicos o quiere disfrutar de un mejor nivel de vida tras jubilarse vende su póliza con un descuento. La compañía que lo adquiere sigue pagando la póliza hasta que su titular muera y pueda cobrar el seguro. Los bancos de inversión titulizan las pólizas adquiridas, es decir, emiten bonos cuya garantía son precisamente los seguros. El inversor recibe unos intereses periódicos por su título, que cotiza además en el mercado secundario.
El valor de los títulos depende de que la esperanza de vida del titular sea modesta, porque si se alarga mucho, la rentabilidad cae por el pago de la póliza que le ha sido comprada. De esta forma, las firmas financieras buscarán para su cartera de pólizas a asegurados con enfermedades graves o de avanzada edad. El ideal, según estudios preliminares de Goldman Sachs, es que duren menos de 10 años. Además, para minimizar la inseguridad, hay que empaquetar miles de pólizas, cuantas más, mejor.
Aunque el riesgo de estos instrumentos financieros es innegable, la idea está siendo apadrinada por las grandes firmas de Wall Street, justamente las que causaron la última crisis financiera. Han constituido una asociación -Institutional Life Markets Association (ILMA)- con el fin de hacer lobby para promocionar este producto y convencer de su bondad tanto a los legisladores como a los potenciales inversores. Sus fundadores son JPMorgan Chase, Credit Suisse, Goldman Sachs, Mizuho International, WestLB y UBS.
(de los medios)

miércoles, 28 de octubre de 2009

CIVISMO, el cinismo del poder municipal.

De nuevo nos ponen más cámaras para espiarnos, más control a bajo precio, solicitadas por el Ayuntamiento deBarcelona. Hace apenas unos días el Sr. Hereu (Cast: Heredero),ante los pobres resultados de las encuestas electorales, nos deleitaba con un inflamado discurso sobre el descrédito orquestado que según él cae sobre Barcelona. No nos sorprende, como en otras ocasiones, un gesto autoritario (represivo) se combina con otro tocando la parte sensible del ciudadanismo, aquel que llegó al orgasmo en el 92.Lamentablemente nos recuerda aquella imagen de Quo Vadis?, dondeNerón (Peter Ustinov), cantaba sus poesías mientras echaba las culpas del incendio de Roma a los cristianos. La culpa de la deriva, en el peor sentido de la palabra, de Barcelona solo es de quienes imponen su podere conómico y político (2 en 1). Ya no se trata de prostitución de carne sino de la urbanística que se ofrece a la especulación inmobiliaria y al negocio turístico. Barcelona pretendió ser la capital del diseño, de la solidaridad y ahora lo pretende de ese "progrom" del civismo. Cuando el poder actúa, lo hace despojando a la personade su humanidad, lo cosífica, lo vuelve objeto. Así es más facil actuar de forma contundente. En la antiguedad fue el "chivo expiatorio" o las brujas, después el negro o el judio, hace poco el xarnego o el catalán, el moro o el okupa, ahora es el Incívico, ese concepto de la neolengua que va a penalizar actitudes o comportamientos, pero que indisociablemente van asociados casi siempre a status social. Molestan los jóvenes que hacen botellón barato para divertirse o la puta que vende sexo en las calles, no los pijos que van al antro fashion o la furcia que se anuncia en los periódicos.Barcelona és bona si la bossa sona!
Frente a la "criminalidad" del incivismo, el civismo opone su estupidez, su discurso vacío y chato, su renuncia a la vida, su miedo atávico. Y sin embargo "nosotros" no hemos sabido darle la vuelta a ese discurso, mostrando sus mentiras oponer un discurso potencialmente revolucionario.


"Se habla mucho de «fuerza revolucionaria». Habría que distinguirla de la potencia revolucionaría. Fuerza revolucionaria es, en efecto, aquello que inspiró el golpe mortal dado por Pino Pelosi a Pasolini, con todo el odio de clase ahí inscrito. Fuerza revolucionaria es también lo que hace atreverse a dos chulos a robar a mi madre dos candelabros, y a amenazarla, con la falta de respeto por la propiedad privada que ahí se indica. Potencial revolucionario supondría, en cambio, la existencia de una clase que no sólo odia a su opresor, sino que sabe como combatirlo, y como hacer desaparecer los elementos cuya supresión es técnicamente necesaria para permitirle cometer todos los delitos." Leopoldo Maria Panero


viernes, 16 de octubre de 2009

CATALANISME NEOCONS? NO, GRÀCIES

Se nota en el gallinero, se acercan las elecciones y para el otoño que viene, sino antes, habrán de hacerse las del Parlament de Catalunya. Es el momento de empezar a sacar los productos al mercado, y ante la carencia de lideres mediáticos parece que todos tiemblan ante ese nuevo mesías del catalanismo de arenga patriótica que hacía tiempo que no oíamos, entretenidos como estaban los de ERC, disfrutando de sus cargos. Y ... ale hop!!! El patriota de Joan Laporta, por la puerta asoma. Lo negaba a regañadientes: no le interesaba la política!!! Pero a los que siempre hemos visto en él su Superego, no nos engañaba. De la misma manera, aunque ahora coquetee con Esquerra y sus corrientes, nos sigue sin engañar. El viejo refrán dice: dime con quien andas y te diré quien eres. Pues viendo con que personal se ha rodeado ultimamente en el Barça : Joan Oliver, Xavier Sala o Vicent Sanchis, sabemos qué ideología se esconde detrás de tanto aspaviento, la del neoliberalismo neocons de la Fundació Catalunya Oberta. Que no nos vengan de "independentistas",todos los que amamos la libertad lo somos o lo podemos ser, en un momento dado. Pero no somos nacionalistas, ni catalanistas ni españolistas. Y por supuesto nunca catalanistas neocons.
Catalanisme Neocons No, gràcies!!