viernes, 30 de mayo de 2008

BARCELONA, Touristic Mark

Tourist you are the terrorist, es una pintada que ha ido apareciendo en las paredes de Barcelona desde hace algunos años. Yo no creo que los turistas sean terroristas, pues para ello hay que tener cierta voluntad de serlo, pero figuradamente quizá sí que sean pequeñas bombas, miles de bombas, inteligentes o de racimo, que con cara de felicidad ausente se desparraman por la ciudad. La cuestión no es defender a una supuesta entidad folklórica de sus habitantes o ciudadanos sino de señalar que la invasión turística produce destrucción, impotencia , marginalidad de carne y hueso, y en definitiva oponerse a esa inercia postmoderna tan complaciente con el mundo globalizado y sus efectos. El turismo de masas vacía de contenido humano la ciudad para convertirla en puro mercado (una gran botiga?) y todo ello siguiendo la lógica espectacular de parque temático: Gaudí como elemento cultural pero por lo demás nada nuevo, pues se repiten los tópicos del "typical spanish" de los 60: sol y juerga. El resultado es que el ciudadano es despojado de la ciudad, es desplazado. Un sólo ejemplo: cuando hay alguna manifestación en el centro de Barcelona, la policía lo primero que hace es blindar el acceso a las Ramblas y aledaños, dejando bien claro cuales son los intereses del capital, dirigir el negocio del ocio sin sobresaltos. Los lamentos son borrados del mapa.
Mientras, la tropa turística, amorfa pero a la vez reconociblemente uniformada, pasea por sus territorios ocupados supervisando si el producto se ajusta más o menos a lo que le vendieron. Barcelona acaba siendo como una de esas estatuas humanas de sus Ramblas, sólo una entidad disfrazada que se muestra a los turistas por una foto y unas monedas, pues en definitiva sólo es una atracción más de un gran parque mundial.
Pero lo peor de todo es que cualquiera de nosotros puede formar parte de ese ejército turístico y nos podemos reconocer en los ojos de cualquier "guiri" despistado, tal es la vacuidad de nuestras vidas, pensar que un viaje de vacaciones compensará la frustración de nuestro trabajo o de nuestra vida familiar. Corren tiempos en que entre los trabajadores más o menos occidentalizados es común pensar que sólo no viajan los "pringaos", y año en año se renueva esa fe en la felicidad prometida, a poder ser a bajo coste, que comienza tal día y se acaba tal otro. El turismo de masas es en realidad una falsificación del viaje, se consume rápido (fast) como quien sale de permiso penitenciario. Eso sí a la vuelta se tiene que magnificar como para convencer de lo maravilloso de la experiencia y de paso inflar el mito.
No sé que se podría hacer para rescatar al turista (él o yo) de tal engaño, quizá ofrecerles "planos-deriva*" de la ciudad y que conociesen otros sitios, otros instantes fuera del programa; o quizá ya directamente regalarles una guía turística de Utopía, por si se quieren apuntar.
No sé, se aceptan ideas!


* Deriva: "Una o varias personas que se abandonan a la deriva renuncian durante un tiempo más o menos largo a los motivos para desplazarse o actuar normales en las relaciones, trabajos y entretenimientos que le son propios".
La "Deriva" nos permite conocer y encontrar una serie de situaciones en su ambiente original, ya que al recorrer sin un objetivo ni dirección establecida, se está completamente abierto al entorno, el cual adquiere un valor particular.
Una versión particular de la deriva es la que nos conduce dentro del barrio barcelonés de La Barceloneta por espacios ya derribados por la especulación triunfante en: http://greenpeppermagazine.org/geografiaesborrada/barceloneta.html

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No son lo mismo los viajeros que los turistas.Es la curiosidad lo que mueve a unos a explorar otras tierras, a sorprenderse de lo distintas que pueden ser las costumbres, la comida o la forma de despedir a los muertos de otras culturas. Incluso, porqué no? lo parecidos que somos en nuestras pequeñas diferencias. Un turista ve lo que ha ido a ver, lo que sale en la guía turística. Un viajero ve lo que se encuentra, intenta pasar desapercibido y hasta se esconde avergonzado cuando saca la cámara de fotos para captar una instantánea. Su mayor preocupación es camuflarse y descubrir aquellos barrios que no salen en los planos, los que no han sido profanados por la marea de invasores programados. El turista se viste como tal, le gusta ser identificado, cae como aceite sobre agua en las ciudades que visita. Los turistas raramente prueban la comida del lugar y es fácil encontrarlos en grupo y comiendo tranquilamente en un Mac Donald. Viajar es otra cosa, te abre los ojos, te cambia,perturba la estructura lineal del tiempo, y los días se vuelven semanas o las horas minutos. El ojo que ve siempre lo mismo se vuelve vago, desnutrido. Acostumbrado a mirar las mismas cosas, entra en una inercia regresiva. Los viajes deberían estar subvencionados por la seguridad social, al menos uno al año.Ahorraríamos mucho en medicamentos. Reivindico pues la figura de ese viajero que urgando un poco, todos llevamos dentro.Y ojalá el que va de turista, el que disfruta en ese papel, algún día se dé cuenta de que viajar es otra cosa.

Kamarada X dijo...

No, claro. Una cosa son los viajeros, inteligentes y educados, y otra cosa los turistas, estúpidos y groseros. Yo también me apunto a los primeros, pero la realidad es otra. Tu descripción es la romántica más cercana al viajero decimonónico que a los borregos que viajamos en "low cost".
De todas formas no seamos talibanes, que vivan los viajeros o, mejor, los nómadas!!!
ATUREM LA DIRECTIVA DE LA VERGONYA
TANQUEM ELS CENTRES D’INTERNAMENT PER A PERSONES ESTRANGERES! Concentració Unitària. Dijous 5 de juny. 19h.Pg. de Gracia 90 Barcelona(davant delegació Parlament Europeu)

Anónimo dijo...

La deriva no es hacer un paseo sin sentido ni direccion por las ruinas de una ciudad.Tiene que ser un acto consciente de ataque al sistema y a la sociedad del espectaculo.
Dos propuestas.

Convertir todo el barrio de la Barceloneta en una comuna nudista


En el Poble Nou reducir el numero de habitantes al cantidad de cinco
familias el resto sera un parque desierto


¿qué os parece ?

Kamarada X dijo...

No creo que haya que hacer controles de "pureza revolucionaria" a las acciones de resistencia vecinal de la Barceloneta, es una resistencia modesta pero AUTÉNTICA.
Sobre lo del Poblenou creo que ampliando lo que es el Fórum ya se alcanzaría tu propuesta, y lo de la comuna nudista, quién sabe?
el Capital es muy pérfido.
Gracias por participar y salud!