
Pensé por un momento que todos esos muertos y detenidos de la Alemania del Este (con toda su trascendencia real) me parecían casi un chiste (con perdón) comparado con todos los muertos y detenidos que se estrellaban a diario contra el "muro occidental" desde las afueras del desarrollo.
Y eso sin hablar de los Muros de las prisiones, esas cárceles con las se nos amenaza de forma constante en un mundo dominado por la injusticia y la Ley del más fuerte.
2 comentarios:
Los peores muros son los que no se ven. En su invisibilidad radica su fortaleza
Yo estaba en Berlín cuando cayó el muro y sí, la gran libertad, pero una ciudad que representaba la resistencia (todos los alemanes que iban a vivir allí no hacían la mili) y el buen funcionamiento de las casas ocupadas, se convirtió en el más duro exponente del capitalismo. Ya no necesitaban mostrar a la Alemania Oriental que allí se permitían todas las libertades.
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